jueves, 15 de marzo de 2012

Comunicado de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba


"A Jesús por María, la Caridad nos une"
¡Bienvenido Santo Padre Benedicto XVI Peregrino de la Caridad!

A todos los cubanos:
Como se ha anunciado a través de los medios de comunicación el Santo Padre Benedicto XVI visitará, Dios mediante, nuestro país del 26 al 28 de marzo próximo. Un particular entusiasmo se está viviendo en las comunidades y parroquias católicas con esta buena noticia.

Esta visita cumple un deseo que por largo tiempo ha estado vivo en el corazón de los católicos y de muchos cubanos que se identifican o se sienten parte de la Iglesia Católica.

Este ha sido, también, un deseo del Papa quien, a pesar de los límites que le impone la edad y su gran responsabilidad en la Iglesia y en el mundo, ha querido venir a acompañar y a celebrar con los cubanos el IV Centenario del hallazgo y la presencia de la bendita imagen de la Virgen de la Caridad en nuestra patria.

El Santo Padre nos visitará en su condición de Pastor Universal de la Iglesia Católica, sucesor del apóstol San Pedro a quien Jesucristo encomendó la misión de confirmar en la fe a sus hermanos y ser signo de la unidad de la Iglesia en el mundo.

Benedicto XVI: hombre fiel. Escrito por Mons. Mario Espinosa Contreras

Mons. Mario Espinoza Contreras
Obispo de Mazatlán
Una de las características fundamentales de Jesucristo es la fidelidad, fue a lo largo de su vida fidelísimo a la comunión íntima, afectuosa y comprometida con su Padre, cumpliendo su designio y voluntad, aun en medio de las dificultades, sufrimientos, rechazos y la misma muerte. Cristo siempre fiel espera que todos sus discípulos vivamos como él, en el amor a Dios y a los hermanos, en la responsabilidad a nuestra vocación y misión y disponibles a la voluntad divina.


Esta hermosa y gratificante experiencia de lealtad y perseverancia, ha sido una realidad en la existencia fecunda de Benedicto XVI. Desde muy joven empezó a sentir que Dios quería algo para él, y luego vislumbró que su llamado era hacia el sacerdocio, y así ingreso al seminario de Traunstein; a los 16 años junto con sus compañeros fue obligado a integrarse al servicio militar activo, y al año siguiente, cuando el comandante de la compañía les preguntó que querían ser en el futuro, Joseph Ratzinger con valentía y sinceridad respondió que quería ser sacerdote católico, no temió dar su respuesta, aun sabiendo que no le agradaría al subteniente que escuchó con desprecio, y afirmó con arrogancia que en la “nueva Alemania no había necesidad de curas”. El joven Joseph perseveró en su determinación vocacional, así vivió las inclemencias de la Segunda Guerra Mundial, donde incluso fue hecho prisionero, y al cabo de unos meses salió libre; y en las vicisitudes, carencias e infortunios de la post-guerra, realizó con suma dedicación su formación sacerdotal siendo consecuente con su llamado sacerdotal.


Benedicto XVI y los jóvenes. Escrito por Mons. Felipe Arizmendi Esquivel

Mons. Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo de San Cristobal de las Casas
HECHOS

En un encuentro diocesano de diáconos permanentes, abordamos el tema de los jóvenes. En el análisis de la realidad, se dijo:


“Los jóvenes viven de una forma diferente, tienen otra forma de hablar, de vestir; a ratos ya no quieren hablar nuestra lengua, tienen tatuajes, usan aretes, peinados modernos, sólo les gusta música de teclado, se ponen pantalones de cholo y se dejan alargar el cabello. Ya no quieren utilizar la ropa nativa, ni comer nuestra comida tradicional. Van de migrantes y regresan con otra costumbre. Las mujeres solteras salen a la ciudad y entran a trabajar en cantinas. Muchas son madres solteras y hay menores de edad que se prostituyen.