lunes, 28 de julio de 2008

San Joaquin y Santa Ana



Joaquín y Ana según los textos apócrifos

El "Libro sobre la Natividad de María" es un texto que algunos fechan en el siglo IX y se basa en otro libro apócrifo titulado "Evangelio de Pseudo Mateo", este último escrito durante los siglos V-VI.

En él se nos explica que Joaquín era de Galilea, del pueblo de Nazaret y que se casó con Ana, natural de Belén. Ambos eran personas justas hasta el punto que para cumplir rectamente la voluntad del Señor, hacían tres partes de lo que ganaban: una la daban para el templo y para los que cuidaban de él, otra para los peregrinos y los pobres, y la tercera se la guardaban para ellos y para su familia. Joaquín y Ana, a pesar del amor y de la felicidad que les unía, no habían tenido hijos durante sus primeros veinte años de matrimonio. Ante tal situación, hicieron una promesa al Señor que consistía en que si les daba un descendiente, lo consagrarían a su servicio. Para obtener tal gracia, todos los años se desplazaban a Jerusalén en las tres fiestas principales. El día de la Fiesta de la Dedicación, Joaquín fue a Jerusalén con los de su tribu y se acercó con los demás al altar para presentar la ofrenda de sus cosechas, pero el sacerdote, al verlo, lo rechazó con gran indignación diciéndole que no tenía derecho a acercarse al altar porque un hombre estéril como él que no había hecho crecer el pueblo de Dios, no podía andar con los que no estaban bajo su misma condición. Cabe decir, que en aquellos tiempos, el pueblo de Israel consideraba como una maldición la esterilidad..

Como te puedes imaginar Joaquín quedó muerto de vergüenza, y así lo narra también el evangelio del "Libro sobre la Natividad de María" que explica que ante tal situación injusta, nuestro santo se retiró a las praderas donde estaban los pastores con sus rebaños, sin querer volver a su casa para no exponerse a los desprecios por parte de los paisanos que habían presenciado la escena y oído lo que el sumo sacerdote le había echado en cara.

Después de unos meses de gran soledad, se le presentó un ángel de Dios, rodeado de un inmenso resplandor que le comunicó: "Joaquín, no tengas miedo ni te asustes por mi visión. Has de saber que soy un ángel del Señor. Él me ha enviado a ti para anunciarte que tus plegarias han sido escuchadas y que tus limosnas han subido hasta su presencia. Ha tenido a bien poner sus ojos en tu confusión, después de que llegó a sus oídos el desprecio de esterilidad que injustamente se te dirigía. Dios es verdaderamente vengador del delito, pero no de la naturaleza. Y por eso, cuando tiene a bien cerrar la matriz, lo hace para poder abrirla de nuevo de una manera más admirable y para que quede bien claro que la prole no es fruto de la pasión, sino de la libertad divina".

El ángel le pone a Joaquín diferentes ejemplos, como los de Sara que a los 80 años engendró a Isaac, o el de Raquel que tuvo a José. El ángel le comunica que la hija que van a tener llevará por nombre María y que esta vivirá consagrada a Dios desde su niñez en consonancia con el voto que realizaron. El libro apócrifo añade: "... siendo virgen, engendrará a su vez de manera incomparable al Hijo del Altísimo. El nombre de éste será Jesús, porque de acuerdo con sus significado ha de ser el salvador de todos los pueblos". El mismo ángel se apareció después a Ana notificándole su conversación con Joaquín, y ésta salió al encuentro de su esposo que se abrazaron ante la gran alegría.

Nota: aunque en el "Libro sobre la Natividad de María" menciona que María habría nacido en Nazaret, otros textos apócrifos señalan la natividad de María en Jerusalén, concretamente en el actual templo dedicado a Santa Ana. Esta última versión, es la más apoyada por la mayoría de historiadores y teólogos.

Aspectos positivos del texto apócrifo

La narración que te he explicado es sin lugar a dudas de gran belleza, y, a pesar de que no la podemos tomar como oficial, si que encontramos en ella datos que nos confirman, en primer lugar, el gran amor al Señor que tenían Joaquín y Ana y el deseo de que su hija formara parte de los planes de Dios. Hechos evidentes que más tarde se revelaron en los evangelios canónicos o oficiales, donde María sería la madre de Jesús, el Dios hecho hombre. Supongo que ni ellos mismos se imaginaron lo que "les caería encima". Es más, con este texto apócrifo podemos sacar muchos aspectos positivos:

1) Joaquín y Ana ya tenían claro que la riqueza se tenía que distribuir. Fíjate que de todo lo que ganaban, solamente se quedaban con una tercera parte, las otras dos iban a los pobres y a la vida religiosa. Nosotros también podemos contribuir a imitar el ejemplo de los padres de María, aportando nuestra solidaridad en las diferentes campañas que realiza nuestra Iglesia para los más necesitados: Cáritas, Manos Unidas ... También muchas Organizaciones No Gubernamentales (ONG) trabajan con los más pobres: Médicos Sin Fronteras, Unicef ... Es extraño ver como mucha gente puede pagarse la cuota de socio de su gimnasio o de su club de fútbol, y en cambio no pague una cuota de socio de una entidad benéfica. Y el mismo ejemplo nos sirve también para poder apoyar a aquellas entidades que luchan por otro tipo de pobreza: la naturaleza -cada vez menos protegida- o los animales -cada vez más maltratados-. Tenemos ejemplos de asociaciones como Greenpace, Adena, Adda ... El modelo de Joaquín y Ana nos puede servir para reflexionar sobre ello.

2) El ángel que se aparece a Joaquín nos transmite la idea que Dios está siempre al lado de los que más sufren, de los marginados, de los pobres. El "Libro sobre la Natividad de María" nos invita a no rechazar nunca a las personas que sufren una desgracia. Ya te he comentado antes que la esterilidad era vista por el antiguo pueblo de Israel como una maldición, un aspecto totalmente falso y desafortunado y realmente impensable hoy en día, más cuando vemos que nuestro Dios solamente transmite amor. ¡Cuántas veces rechazamos a alguien por algún defecto! y ¡cuántas veces rechazamos a personas que consideramos marginales!: mendigos, inmigrantes ...

3) Y el tercer aspecto positivo, este ya de ámbito general, es la condición de Joaquín y Ana como abuelos de Jesús. En muchos países, sobre todo en África, los abuelos son el pilar de la familia, la fuente de la sabiduría. Me explicó una vez un misionero, que en un país africano unos europeos tuvieron la idea de construir un asilo. Al cabo de unos meses de funcionamiento, lo tuvieron que cerrar porque el número de inscritos era mínimo y no cubrían los gastos para pagar la luz y el agua. ¿Cuánta gente hay que aparca a sus padres en un asilo como si fuera éste un parking de coches usados?. El ejemplo de Joaquín y Ana, como abuelos de Jesús, nos tiene que ayudar a tomar un aprecio mucho más grande de nuestros abuelos. ¿No estás arto de ver a personas mayores que acuden solas en la consulta del médico?, ¿que cuesta acompañarles?. Escuchar a nuestros abuelos, estar con ellos, mostrarles nuestro cariño, no dejarlos solos...

Por otra parte, y en algunas familias, los abuelos también se han convertido como unos segundos padres. En una sociedad en la que el hombre y la mujer trabajan, muchas veces son ellos quienes cuidan a los niños, los van a buscar al colegio o a la guardería, los pasean ... Es interesante ver en este trabajo de los abuelos, no como unos "canguros" que nos salen gratis, sino como una forma de cariño y una fuente del saber. Ellos también les pueden educar con sus consejos, son en definitiva una fuente de sabiduría.

Y ... ¡ más tradiciones !

Una tradición muy viva en la edad media, narra que unos años después del nacimiento de María, Joaquín falleció y Ana se casó por segunda vez con un hombre llamado Cleofás, del que tuvo una hija que se llamó también María. Esta segunda hija fue la madre de Santiago el Menor (el apóstol), José Barsabá, Judas Tadeo y Simón el Zelote, estos dos últimos también apóstoles. Estos hijos serían lo que los evangelios de Mateo 13,55 y el de Marcos 6,3, nombra bajo el nombre de "hermanos", cuando lo correcto sería el de "primos", los primos de Jesús. La tradición explica también que Cleofás falleció y que Ana se volvió a casar por tercera y última vez, con un hombre llamado Salomás, con quien tuvo una tercera hija, llamada María Salomé que contrajo matrimonio con Zebedeo y que fue la madre de los apóstoles Santiago el Mayor y de Juan el evangelista.

Ana tuvo también otra hermana llamada Sobé, madre de Santa Isabel. Como sabes, Isabel se casó con Zacarías y los dos fueron los padres de Juan el Bautista, primo de Jesús.

Por tradiciones no quedemos, ya que en algún libro devocional también he encontrado los nombres de los padres de Ana: Matán y Emerenciana

Como ves, hay en todas estas tradiciones alguna cosa cierta que nos narran los evangelios oficiales: que Isabel estuvo casada con Zacarías y que engendraron a Juan el Bautista o que María Salomé se casó con Zebedeo y que fue la madre de los apóstoles Santiago el Mayor y de Juan el evangelista. Por contra, en ningún pasaje del Nuevo Testamento se especifica que Ana se casara tres veces. Ya te he dicho anteriormente que no sabemos nada de cierto de los padres de María y que todo lo que conocemos es gracias a tradiciones y a los textos de los evangelios apócrifos.

El culto a Santa Ana y a San Joaquín

La devoción a Santa Ana es más popular y más antigua que la de San Joaquín. Tal y como explica Josep Lligadas en el libro "Santa Ana y San Joaquín" de la colección "Santos y Santas" del Centro de Pastoral Litúrgica de Barcelona, el 25 de julio del año 550 se dedicó una basílica dedicada a Santa Ana en Constantinopla, la actual ciudad turca de Estambul. Desde entonces, las iglesias orientales celebraron su fiesta en esa fecha. Siglos más tarde, y sobre todo a raíz de las cruzadas, la onomástica se difundió en Occidente, pero la celebración no se colocó en el mismo día sino en el siguiente, el 26. Finalmente, en 1584 la fiesta quedó fijada para toda la Iglesia, tanto en los países orientales como en los occidentales.

El culto de San Joaquín se introduce hacia el siglo XIV, época en la que también se populariza el culto de San José, y se consolida dos siglos más tarde. La fiesta se celebraba primero el 20 de marzo; luego, en 1738 se trasladó al domingo siguiente al 15 de agosto (Asunción de la Virgen); y finalmente, a principios del siglo XX, el Papa Pío X la fijó en el día siguiente de la Asunción, el 16 de agosto. Pero ... a raíz de la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II, en 1969, se unió la conmemoración de los padres de María en una única fiesta, la del 26 de julio. Una decisión acertada.

Patronazgos y devoción

Las personas que hacen puntilla tienen como patrona a Santa Ana, ya que la voz popular dice que ella enseñó con gran afán este oficio a su hija hasta tal punto que a partir de nuevas combinaciones perfeccionó y superó el arte de la punta del cojín. Aún hoy, en algunos países, el tipo más simple y elemental de punta de cojín es llamado "Puntilla de la Virgen" o "Puntilla de la Madre de Dios". Por extensión, es también la patrona de todas las costureras, que la imploran para ... ¡no pincharse con la aguja!. Cabe señalar que aunque todos aquellos que están involucrados en negocios textiles pueden invocar a Santa Ana, hay otros santos que llevan también dicha protección, como es el caso de San Francisco de Asís.

Santa Ana es también junto a San Joaquín la protectora de las personas casadas y de los abuelos. Muchas chicas que quieren tener hijos imploran a Santa Ana, un patronazgo compartido también con nuestro inefable amigo San Ramón Nonato. Hay unos bellos gozos escritos en catalán en los que se pide a Santa Ana protección durante el embarazo para que alivie del dolor a la madre que va a tener al recién nacido.

Les dones que vos reclamen
amb molta devoció,
que fills o filles demanen,
atorgueu-los aquest do,
i el part amb alegría,
sense pena,
dany ni dolor.

Aunque los versos no rimen, la traducción al español sería esta:"Las mujeres que os reclaman con mucha devoción, que hijos o hijas os suplican, otorgadles este don, y el parto con alegría, sin pena, daño ni dolor".

A lo largo de la historia se ha puesto a Santa Ana como la mejor intercesora para que Dios nos ayude en diferentes vicisitudes y oficios, aquí hay algunos: los que trabajan en oficios angustiosos, los fabricantes de alpargatas, los mercaderes de objetos antiguos y, debido a su condición de ama de casa, a las madres para que cuando cocinen les salga un buen guiso, a los que pastan pan en sus casas, y como no, a las amas de casa en general. Una bonita leyenda cuenta que Santa Ana, a fin que su hijita fuera bien vestida cuando saliera a pasear por la calle, le hizo unos bellos vestiditos de punta para sus manos, es decir, lo que hoy conocemos como guantes. De allí, que gracias a esta tradición, se la considera la inventora de esta pieza. No nos ha de extrañar pues, que los guanteros la veneren junto a Santa Magdalena.

Muy cerca del Santuario de Nuestra Señora del Far (Mare de Déu del Far), que pertenece a la parroquia de Sant Martí Sacalm, en la diócesis catalana de Vic, pero en los límites de la provincia de Girona, hay una pequeña ermita dedicada a Santa Ana que tiene mucha devoción. Todos los que acuden al Santuario del Far pasan por delante de ella y no hay quien no pare el coche para hacer una pequeña visita. Normalmente el templo está cerrado, a excepción del día de su fiesta, pero en la puerta hay una pequeña ventana donde se puede ver el interior. Los gozos escritos en catalán dedicados a la santa rezan:

Oh Santa Anna, gran senyora,
àvia plena de bondat,
sigueu sempre protectora
de la nostra tercera edat.

La traducción al español sería: "Oh Santa Ana, gran señora, abuela llena de bondad, seas siempre protectora de nuestra tercera edad".

Plegarias a San Joaquín y a Santa Ana

Del Misal Romano

Señor, Dios de nuestros padres, tu concediste a San Joaquín y a Santa Ana la gracia de traer a este mundo a la madre de tu Hijo, concédenos, por la plegaria de esos santos, la salvación que has prometido a tu pueblo.

Del Centro de Pastoral Litúrgica de Barcelona

Allí en Nazaret, en vuestra casa, vivíais con fe, con esperanza, con amor. Ana y Joaquín, erais una pareja generosa, y confiabais honradamente en Dios, el Dios liberador, amigo de los pobres, fiel y misericordioso. Ana y Joaquín, de vuestra familia hemos recibido el regalo de vuestro nieto Jesús, el hijo de María, Dios hecho hombre: Dios que ha venido a compartir nuestra vida. Os agradecemos vuestra fe, vuestra esperanza, vuestro espíritu generoso, vuestra confianza. Y os pedimos que ayudéis a todos los padres y madres para que sepan amar, educar, estar junto a sus hijos, como vosotros supisteis hacer con María.

Fuente: El Ángel de la Web