viernes, 4 de julio de 2008

CORONA FRANCISCANA

Historia: Los "Siete gozos", también conocidas como la Corona Franciscana o Rosario Seráfico, es una devoción que recuerda siete episodios felices en la vida de la Santísima Virgen María. La costumbre originó entre los franciscanos a principios del siglo quince en Italia, durante la era de San Bernardino de Siena (1380-1444). Los temas, sin embargo, son más antiguos. Se parecen a los Gaudes del siglo doce, alabanzas en latín que ruegan a María que se alegra porque Dios la ha favorecido de varias maneras.

El símbolo tradicional de las Siete Alegrías es el Corazón Inmaculado de María, o sea un corazón circundado de rosas blancas y encima de todo una llama de fuego que representa su amor hacia a Dios y la humanidad.San Francisco "circundaba de amor indecible a la Madre del Señor Jesús, por haber hecho hermano nuestro al Señor de la majestad y haber tenido misericordia de nosotros. En ella sobre todo, después de Cristo, ponía toda su confianza y por eso la hizo abogada suya y de sus hermanos. Ayunaba en su honor con gran devoción, desde la fiesta de los apóstoles Pedro y Pablo hasta la fiesta de la Asunción" (Buenaventura, Leyenda Mayor, 9,3). Los siete gozos de la Virgen es una devoción franciscana parecida al Rosario. Se remonta al siglo XV y está en el origen de la corona de siete misterios que muchos franciscanos y franciscanas llevan colgada en el cordón. Es una oración muy sencilla, asequible para todos los que desean honrar a la Virgen María, reviviendo con ella algunos misterios de la vida de su Hijo Jesucristo. La corona franciscana consta de 72 avemarías, con la meditación de las siete principales alegrías que la Virgen experimentó a lo largo de los 72 años que, según la tradición, duró su peregrinación por este mundo.

Introducción
- Dios mío, ven en mi auxilio.
- Señor, date prisa en socorrerme.
- Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Primer gozo - El ángel Gabriel anuncia a María el Nacimiento de Jesús.
- Lc 1,30-31.38 y reflexión
- Padre nuestro, 10 avemarías y gloria.
Oh María, Virgen de la escucha, tú eres la llena de gracia,tú eres la humilde esclava del Señor. Tú has dado libremente tu sí al anuncio del ángel y te has convertido en madre del Hijo de Dios hecho hombre.Enséñanos a decir siempre sí al Señor, aunque nos cueste.

Segundo gozo - María visita a su pariente Isabel
- Lc 1,39-42 y reflexión
- Padre nuestro, 10 avemarías y gloria
Tú, María, madre del Señor, llevando a Jesús, que ha tomado cuerpoen ti, vas a visitar con gozosa premura a la anciana prima Isabel,para ponerte a su servicio. A tu saludo, su hijo es santificado por la presencia del Salvador. Enséñanos, Madre de Dios, a anunciar y llevar siempre a Jesús a los demás.

Tercer gozo - Jesús, Hijo de Dios, nace de la Virgen María.
- Lc 2,6-7 y reflexión
- Padre nuestro, 10 avemarías y gloria
Oh María, madre siempre Virgen, en la pobreza de una cueva has dado a luz a Jesús, venido al mundo para nuestra salvación.Tú adoras como Hijo de Dios al que has engendrado.Guíanos por el camino de una fe viva en Jesús, nuestro Señor y Salvador.

Cuarto gozo - Unos magos de Oriente adoran al niño Jesús en Belén.
- Mt 2,1.11 y reflexión
- Padre nuestro, 10 avemarías y gloria
Oh María, pobre y humilde de corazón, enséñanos a no juzgar,sino a confiar únicamente en la misericordia de Dios,que no hace distinción de personas. Porque, si nuestra fe no se traduce en obras, muchos "magos" nos irán por delanteen el reino de los cielos.

Quinto gozo - María y José encuentran al niño Jesús en el Templo.
- Lc 2,43.46.48-49 y reflexión
- Padre nuestro, 10 avemarías y gloria
Oh María, Virgen del silencio, tú saltas de gozo al encontrara Jesús en el templo de Jerusalén, y adoras el misteriodel Hijo de Dios Creador, que en Nazaret vive obediente a sus criaturas.Enséñanos a buscar siempre a Jesús y a vivir en su obediencia.

Sexto gozo - Jesús resucita victorioso de la muerte y se aparece a los suyos
- Hc 1,14; 2,1-4 y reflexión
- Padre nuestro, 10 avemarías y gloria
Oh María, fuente del gozo, tú eres la madre del Señor resucitado.Él es quien ha vencido la muerte. El es nuestra esperanzaen el camino de la vida. Enséñanos, María, a vencer la muerte delegoísmo, para vivir en la resurrección del amor.

Séptimo gozo - María es elevada al cielo y coronada como reina y primicia de la humanidad redimida.
- Ap 11,19; 12,1 y reflexión
- Padre nuestro, 10 avemarías y gloria
Oh María, Reina de los ángeles y de los santos, coronada de gloria y honor en el gozo sin fin del paraíso,tú brillas delante de nosotros como estrella de la mañana.Enséñanos, Madre, a caminar por el mundo con la mirada puestaallá donde está el gozo auténtico y definitivo.

Letanías de nuestra Señora
Se recitan las letanías lauretanas u otras semejantes
Saludo a la Virgen
Se puede decir la Salve, o el siguiente Saludo de San Francisco:
Salve, Señora, santa Reina, santa Madre de Dios,que eres Virgen hecha Iglesia,y elegida por el Santísimo Padre del Cielo,consagrada por él con su santísimo Hijo amadoy el Espíritu Santo Paráclito,en la que estuvo y está toda la plenitud de la gracia, y todo bien.
Salve, palacio suyo; salve, tienda suya;salve, casa suya, salve, vestidura suya; salve, sierva suya; salve, madre suya,y todas vosotras, virtudes santas, que por la gracia y la iluminacióndel Espíritu Santo sois infundidas en el corazón de los creyentes,para que de infieles se vuelvan fieles a Dios.

Conclusión
Oremos: Oh Dios, que en la gloriosa resurrección de tu Hijo has devuelto la alegría al mundo entero, concédenos por intercesión de la Virgen María poder gozar de las alegrías sin fin de la vida eterna. Por Cristo nuestro Señor. Amén.